Libreta de anotaciones

Oh, no. Si dijera que he venido usando este espacio como una de esas libretas en las que uno anota todo lo interesante que le pasa en la vida, cometería una imprecisión. La libreta, la real, la que uno anda trayendo para acá y para allá, siempre es un poco más precaria, y normalmente uno no la anuncia ni la enseña: en contraste, hay todo de ostentación en este mundo virtual y virtualizado... y no la enseña porque está llena de rayones y, alfinmente, ajada por tanto ajetreo.
En mi libreta no hay ni música, ni video, ni dibujitos bonitos. Las únicas ilustraciones son las que se me ocurre hacer porque alguna clase es tan aburrida que ya me invitó a retratar el perfil de una butaca.

Son ellas, las creaciones "sin intermediarios" de mi cuaderno, tal vez más auténticas y personales; lo que probablemente les proveé de algún tipo de valor adicional, y probablemente no. Está ahí todo lo que tacho y queda escondido bajo el garabato largo y horizontal que parece una nube y que muy probablemente podría servir de inspiración para alguien más. Porque lo que tacho no es que no sirva, sino que no era oporuno para el texto en cuestión. Más aún, muchos otros escritos nacen de lo que dejo ahí sepultado.
¿Renunciaré a alguna de las dos primero?