being 21


Alguna vez vi una película de nombre Muerte a los 21, y como soy todo supersticiones, siempre esperé secretamente que la mía, mi muerte, realmente llegaría a esta edad -una parte de mí lo sigue esperando.
Recibo la llegada de mis 21 años aquí, sentado frente a la computadora, comiéndome un cocol, escuchando música, redactando este blog y esperando que el regreso a clases me aviente una brisa fresca y renovadora que me permita iniciar proyectos nuevos con suficiente ánimo. No estoy deprimido, sólo que se siente raro... a los 20 todavía podía mediarme entre el linde de la juventud plena y la adultez, ahora siento como si algo dentro de mí se hubiera roto definitivamente.
Soy universalmente un adulto -mueno... si exceptuamos aquellos ritos culturales que ciertas civilizaciones practican para alcanzar este "grado", ritos que seguramente yo no hubiera aceptado realizar (una parte de mí siempre ha querido estar en contra de las reglas y lo curioso es que muchos opinarían que soy una de las personas más alienadas).
Realmente no sé qué hacer con mi adultez. Tengo muchas metas, pero mi sección más inocente, la que siempre mete la pata, aún está esperando ese brillo detonador que resuelve vidas y muestra el camino. Tal vez sólo tengo la clásica depre pasajera de cumplir un año más. ¡En fin!
¿Borrón y cuenta nueva?

1 anotaciones motivantes:

beno dijo...

los de mayo somos bien chingones, a poco no? Y todo eso es como un puto síndrome post cumple... uno se sabe más viejo y con esa certidumbre vienen muchas incertidumbres como: me seguirán gustando los simpson? me saldrá barba finalmente? me dejaré de morder las uñas? y toda esa clase de reflexiones importantes dignas de filosofarse... chiales! yo no quiero crecer

en fin, a ver cuándo festejamos como diosito bimbo manda