"Porque he de decirle que estas pastillitas son agrias, pero más agrias son las enfermedades."
Un nuevo comercio ha empezado a invadir los terrenos de la pasividad del transporte público...(Si alguna vez existió tal pasividad).
"Disculpen ustedes, señores pasajeros, la interrupción en su conversación o lectura. Si me permiten unos instantes de su fina atención, les daré una noticia muy importante. [silencio solemne] El Centro Naturista Mexicano- siempre con sede oficial en el Distrito Federal, para que nadie se atreva a ir a verificar nada -pone a su disposición este producto naturista para el tratamiento de reumas, artritis, colitis, diabetes, hipertensión, hongos en la piel, etc, etc."
Y la cantaleta memorizada y deformada no termina hasta después de 10 minutos, tras los cuales esa disculpa con la que se inició ya no vale como una frase hecha, sino como la pequeña excusa que nos permite odiar un poco menos al pobre hombre.
Efectivamente nos han invadido. Aquellos hombres ambulantes, de buen verbo, enmochilados y con aspecto de desazón que solíamos ver exclusivamente en el metro del D.F. y que valían casi como una distracción turística, se han prostituido para alcanzar los terrenos de Provincia. Que he de decir: no tanta prostitución como maña bien ensayada.
Varias cosas me dejan sorprendido del asunto:
-Nunca he visto a uno de los vendedores suficientemente nervioso como para olvidar su perorata a la mitad o equivocarse gravemente, cosa que no sería rara si tomamos en cuenta que para llenar esos 10 minutos debió memorizar al menos siete cuartillas de texo. Todo esto me hace asumir que el adiestramiento que reciben no sólo estimula su capacidad de retención sino que adormece cualquier pánico escénico que alguna vez pudo amainarlos.
-El contenido informativo de sus explicaciones está lleno de pequeños trucos publicitarios cuya eficacia se prueba al momento de la venta normalmente exitosa. Cosas como 'sólo me quedan dos frasquitos', 'así como se gasta diez pesos en su coca...', entre otras más llegadoras que desafortunadamente no recuerdo, acaban de redondear la exposición de un producto que siempre termina siendo tan atractivo como se espera. Y no es que dude de la inteligencia de estos vendedores, pero llevar un armamento tan colorido y, hasta cierto punto, oportuno para varias situaciones no requiere de poco ingenio.
-Si hay tantas personas que se dedican (seguramente) a este oficio de tiempo completo, esto quiere decir que terminan con sus metas de venta para determinado día o jornada, lo cual convierte a éste en un negocio rentable.
Y para finalizar el post, una anécdota:
En medio de la carretera de Puebla a Tehuacán, aborda un hombre enmochilado. No hace otra cosa más que decir 'Son las cuatro con trece minutos', mientras baja el brazo que extendió para ver, en efecto, la hora. Y es que después de escucharlo, tan seguro y con voz tan firme, casi sentí la ráfaga de balas sobre nosotros los pasajeros [desenfundada de esa gabardina que efectivamente traía] o, más amable (¿o terrible?), la Tremenda Verdad Divina anunciada por un Profeta Vedadero [hombre barbado que era y de aspecto afable, realmente podría pasar como figura divina]. Casi me levanté a aplaudir cuando, después de tener las 100 pupilas de los pasajeros sobre su ser, comenzó a sacar las botellitas de un ungüento para pies.
¡Feliz 2025! Ciencias y artes
Hace 2 horas
3 anotaciones motivantes:
Yo odio a todos los que se trepan al bus a hacer negocio. Payasitos que podrían estar robando, pero prefieren hacer algo honesto -y hasta su puta madre de pitoso!-, vendedores de bolígrafos que iluminan cuevas... bah! Hoy estoy muy de malas. Hahahah cuándo no!
Besos Leo!
chiales yo me subía a los camiones a cantar y por falta de ese profesionalismo camionero jamás pude conseguir más de 50 pesos en jornadas de 6 horas en rutas como la 2000 y la 10... chiales, no he aprendido nada de ma vie...
O_o
Je, yo ya lo veo como parte de la fauna defeña...
No obstante, abogo por defender nuestro espacio como individuos...(sí, aunque sea en un camión) pocos son ya con el ritmo de vida...pero no hay que olvidar que existen.
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