Porque sí

¿Cuántas veces he hecho algo sólo porque sí?
Bueno, soy un hedonista. De hecho, si en cada labor no encuentro al menos un atisbo de gratificación, puede ser que la abandone de inmediato. Procuro olvidar el motivo pragmático que origina las labores, y esto en vez de causarme preocupación, enaltece de cierto modo aquello que esté haciendo: si hago algo porque sí, entonces tengo un grado menos de mecanización, me he adherido menos al sistema.
¿Digo entonces que me dejo dominar por mis impulsos? Diría que no, que ellos, de hecho, son de otra índole, que el placer se encuentra en el nivel medio de la conciencia y el instinto. Cuando uno se deja dominar completamente por el instinto, la inteligencia no puede guardar registro de lo que acontece, pero el placer, si es tal, tiene que trascender.
Diría que en mi praxis el porque sí casi no podría llamarse tal, porque lo lleno de tantas pequeñas intencionalidades, de tantos matices y niveles, que muy probablemente adquiera un grado de sofisticación que lo excluiría de esa nomenclatura.
Así, realmente no ocurriría una improvisación completa, un descuido total o un abandono a la suerte. Cada acto, aun si pareciera pertenecer sólo al impulso, sería amasado con el cuidado del artesano, aunque a veces pueda rompérseme la pieza, o salir una voluta donde debía haber una planicie.

2 anotaciones motivantes:

beno dijo...

claro!! la casualidad es una farsa:
no es sino la causa ignorada de un efecto desconocido.. (o algo así decía la frase)you know what i mean

Esto que estás leyendo ya no soy yo. dijo...

mi Leo, lo nuestro no es porque sí, pero parece que ahora vernos es casi por casualidad XD

I miss U