Ejercicio No. 30

Soy la abuela que una vez arrojó todo por la ventana: un puñado de vecinos alrededor, una sirena a lo lejos. Decidí que tenía que ver el final de todo esto: tomé una pastilla de sueño para no tener que rendir cuentas. ¿Dónde vivías entonces?
Soy la abuela que se dejó crecer el cabello hasta la cintura y lo ató con cordones rojos, y al mirarse al espejo se sintió ridícula, y entonces tomó un mechón con la diestra y las tijeras con la otra mano. Uno por uno, los cabellos traté de restaurarlos luego, frente al espejo. ¿Dónde vivías entonces?
Soy la abuela que regaló un vestido fantástico. Mis padres a regañadientes lo miraron, doblado todavía, en la caja que terminaría en manos de los desamparados: más tarde lo vi, convertido en el ensueño de princesa de una niña mal peinada, y traté de arrebatárselo, porque lo afeaba. ¿Dónde estabas entonces?
Soy la abuela que, cuando tuvo a su primer hijo en brazos, le puso nombre inspirada por algo semejante al instinto de conservación. Y quería hallar algún indicio de satisfacción en su carita recién revelada y dormida. Pero no. ¿Estabas ahí entonces?
Soy la abuela que sabía bailar en las reuniones. Tú eras tan oscuro, en la esquina, tan silencioso. Y no pude dejar de hablarle, a él, que tanto sabía, a él que tenía tanto brillo en los ojos, a él que me besaba apasionadamente. ¿Tampoco estabas ahí?
Soy la abuela que te despide, y que como ritual se va a mirar las fotos de los hijos para ver si algo de ti quedó en ellos. Soy la abuela que no sabe cómo echarte el puño de tierra, si con gracia para que se lo lleve el aire, si con fuerza para que te empuje un poco más en la fosa. Soy la abuela que se santigua sin pesar. Soy la abuela que acostó tu fotografía boca a bajo, sobre el buró. Soy la abuela que siempre estuvo sola.
No.

5 anotaciones motivantes:

Anónimo dijo...

UN banner?

¿Cómo que si te lo permito? Claro que te lo permito! Me conmueve hasta las lágrimas permitírtelo, snif!

En fin abuelita, tienes que explicarme bien eso de tus ejercicios porque me estás asustando.

Ya no sé si es un blog grupal o sólo tienes esquizofrenia.


Saludos y gracias!

Leo Ávila dijo...

ji ji.
Nou, sucedió que leí por ahí 'soy la abuela que te quiere' y entonces simplemente me encabalgué :)

vanto y vanchi dijo...

Amén.

Esto que estás leyendo ya no soy yo. dijo...

ya me había olvidado de tus ejercicios, creo que comenzaré a hacer unos cuantos porque eto de la escuela me ha ido quitando la inspiración!

ROBERT-ITO dijo...

Chido tu bló.