tag:blogger.com,1999:blog-10196000969163207502024-03-21T18:59:09.883-07:00Sin libro no LeoLeo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.comBlogger200125tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-80364510296690127232016-09-20T21:21:00.001-07:002018-08-13T07:52:48.884-07:00Él<div dir="ltr">
Estás del otro lado de la pantalla, leyendo que me gustas. Eso he escrito en el primer nivel del mensaje: el que está cifrado en los 27 caracteres de la lengua española. Pero los otros niveles a los que te lleve ese texto no puedo conocerlos, tan sólo intuirlos. El mensaje que te envié estaba encaminado, pero luego te dejé el timón para que lo llevaras a puerto, lo estrellaras contra un iceberg o te ahogaras en él (algunas alternativas más plausibles que las otras). <br />
Probablemente mi intención más realista sea que te haga distraiga dos minutos. Que centres tu mente en él un par de minutos, y que sonrías. Pero probablemente no logro eso. A lo mejor la pesadez del día te hace no querer digerirlo y mejor pasar a otro asunto más ordinario. Entendería. A lo mejor (y aquí me cimbro) te parece totalmente inoportuno después de tan poquitas citas. A lo mejor te asusta. A lo mejor te enternece. Le arrojamos "me gustas" y "te quieros" a las personas sin imaginar la carga que les estamos trasladando. Y esperamos recelosos, como si hubiéramos arrojado una piedra a un pozo y deseáramos oír el clac contra las paredes o el agua. Si no ocurriera, ingresaríamos al territorio de la fantasía. Seríamos una Alicia en potencia. Y en el encabalgamiento carroliano que eso conlleva, estaríamos desprovistos de la lógica más elemental. Nos parecerían razonables los desplantes de la reina de corazones, que intuye desacatos y revueltas en cada acción y omisión; nos entregaríamos a los seductores retruécanos de Dumpty, que plantean realidades operativas pero inusitadas; o correríamos como el conejo, pensando que el solo hecho de imprimir celeridad a nuestra carrera implica un avance. <br />
No lo sabré con certeza. Nunca. Ni siquiera si me lo relataras. Porque justamente las raíces de <i>relato</i> y <i>relación</i> son las mismas: sugieren aquello que se acerca o se parece, pero nunca lo que es.<br />
Entonces mi conciencia queda anclada a ese esperar (y a doscientos más que he ido tirando al mar de mi vida). Por eso el avance de mi nave se hace más lento y trabajoso cada vez. Creo que ahí está el germen de la angustia que nos petrifica todos los días, en lo irresoluto, en los miles de barcos cuyo timón cedemos a otros, pero de los que queremos seguir siendo capitanes. <br />
Creo que todos debemos tener el desenfado de Cortés y quemar las naves. </div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-91169704347098775042016-09-08T20:58:00.002-07:002016-09-19T11:50:32.629-07:00Música incidental<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
Me gusta escribir mientras escucho música incidental, porque
la cierta tensión narrativa que imprime, entreabre un camino que alivia el
terror a la hoja en blanco, al mismo tiempo que plantea el riesgo de correr
hacia un abismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es como estar en el bosque, perdido, pero notar una
reminiscencia del humo que viene de una cabaña donde alguien prepara la sopa
caliente que nos aliviará la hipotermia, o afila la espada con la que derramará
nuestra sangre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es como andar sobre las huellas que alguien dejó en las
dunas del desierto, pero sin soltar la brújula por si aquél también está
perdido, o hasta es uno mismo dando vueltas en círculos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es como San Pedro, dejando que su mano, poseída por el
arcángel, trazara runas ilegibles para su mente iletrada hasta cifrar algo con
significado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es como ser un pez que sigue en el océano una mota inquieta,
que no sabe si es alimento o anzuelo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Es como el orden geométrico de las células que hacen mitosis
para formar, como un aplicado ejército, a un ser cuya identidad será velada
cuando la matrona lo ayude a transcurrir del acuoso y tibio mundo donde se
forma, al estridente y frío mundo que lo recibirá.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Es como no saber si eres Chuang-Tzu o la mariposa que lo
sueña.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-9308980746663866972016-02-21T00:10:00.000-08:002016-08-23T20:18:11.671-07:00Lo extraño tremendamente<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0sZadRdyi-zc88Yk1Tp1qAH8QHPNw7FsOExJF8KpH9_eZKK0wquIf-FY1P_nI59VAkkwo7S5CPNx8VBrPZ9rNGVHAG0Br175etgTo6AimOehOuy4tCyqXcJW3YCMhxdMZHIVltZf5yXLQ/s1600/lilting-hong-khaou-pei-pei-cheng-ben-whishaw-andrew-leung-2014-movie-film-review-shelf-heroes.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0sZadRdyi-zc88Yk1Tp1qAH8QHPNw7FsOExJF8KpH9_eZKK0wquIf-FY1P_nI59VAkkwo7S5CPNx8VBrPZ9rNGVHAG0Br175etgTo6AimOehOuy4tCyqXcJW3YCMhxdMZHIVltZf5yXLQ/s320/lilting-hong-khaou-pei-pei-cheng-ben-whishaw-andrew-leung-2014-movie-film-review-shelf-heroes.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kai (izquierda) y Richard (derecha).</td></tr>
</tbody></table>
Kai (Andrew Leung) murió hace poco. El cuarto en donde Richard (Ben Wishaw) y Kai vivían juntos todavía huele al ahora muerto. Las fotos que se tomaron están aún sobre la mesita de noche. Richard usa palillos chinos para mover el tocino del desayuno en un ritual que aprendió de Kai durante el contacto diario. "I miss him tremendously" dicen sus labios temblorosos.<br />
Contemplo con asombro la hermosura de Ben Wishaw y Andrew Leung, que aun con aspecto de recién levantados (los cabellos alborotados y la barba incipiente) estarían perfectos para la portada de una revista. Observo la humedad de los ojos de Wishaw al mirar a Leung y luego los de Richard al mirar al Kai (imagino el esfuerzo actoral que hace Wishaw para meterse en la piel de Richard y poder mirar a Kai-Leung con amor auténtico). Pienso en alguien que me haya mirado con esa misma intensión, pero no recuerdo a nadie: me siento excluido de ese juego y entro en duelo. Y lloro. Lloro con cada escena en que me acuerdo que este duelo es añejo: lloro cuando recuerdo que el amor recíproco es un momento fugaz, irreconocible con el paso del tiempo. Lloro porque recuerdo a mi amor muerto y sepultado, que seguramente no revivirá.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWA6zAkfkw-G9bTxLR_PFrFWg4DCP9hfxuREvNqH2umgMRl0pab7bMRuFaLUTaVt6FlOyXyNHvzToa2RWcRwJmCwr8Zkkn0qVsfgS30HA-X1rWK8hvMpHEzouNx74w2k3xnUutnQv2bSkm/s1600/hong+khau+on+set.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWA6zAkfkw-G9bTxLR_PFrFWg4DCP9hfxuREvNqH2umgMRl0pab7bMRuFaLUTaVt6FlOyXyNHvzToa2RWcRwJmCwr8Zkkn0qVsfgS30HA-X1rWK8hvMpHEzouNx74w2k3xnUutnQv2bSkm/s320/hong+khau+on+set.jpeg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El director en el set de grabación.</td></tr>
</tbody></table>
Hong Khaou es el director cambodiano de <i>Lilting</i>, este filme que se construye a partir de diálogos corazonudos y sutiles, y que fue reconocido en el festival Sundance del 2014.<br />
Hacia el final del drama, Junn (Cheng Pei-pei), la madre de Kai, ha accedido a verse con Richard para sincerarse. Él le explica que llevaban cuatro años juntos, pero que Kai tenía miedo de confesar su relación porque probablemente lo amaría menos. Junn, con sus bellos ojos almendrados de madre, ve a un Richard sincero y dolido, y sólo puede ver, porque ella sólo habla chino-cantonés y Richard sólo inglés. Sin embargo, los dos logran compenetrarse perfectamente: su corazón trata de sobrevivir a la misma forma de agonía: perder a la persona que más amaban.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-90705654192494299592016-02-14T12:49:00.000-08:002016-08-23T20:20:25.521-07:00Oye, Carlos...Me acuerdo, no me acuerdo. Aquél era el segundo año de la carrera. Aún estudiaba de tiempo completo y me pasaba las tardes frente a la computadora con el (entonces) multitudinario Messenger de Hotmail. Para estalquear a las personas, se entraba a su Metroflog o a su Hi5 e incluso a su Myspace. El radio estaba inundado de Rihanna, Shakira, Sin bandera y Juanes (algo que no ha cambiado mucho). Se estrenaron <i>Ratatouille</i>, <i>El asesinato de Jesse James</i>, <i>Gángster americano</i> y la tercera entrega de <i>Piratas del Caribe</i> (y la quinta de<i> Harry Potter</i>)<i>. </i>Ban ki-moon tomó el timón de la ONU, el vuelo 574 de Adam Air en Indonesia desapareció con 102 pasajeros, salió a la venta el maldecido Windows Vista, había sólo 200 000 artículos en español en Wikipedia, Soda Stereo iniciaba su gira "Me volverás a ver", y se eligieron las 7 maravillas del mundo moderno entre las que figuró Chichen-Itzá.<br />
Yo, un lingüista entusiasta todavía, ensayaba dos formas de interaccionar con las personas: en una, mediante diez conversaciones simultáneas a partir de las 8 de la noche y hasta deshoras en el MSN; y en la otra, durante el contacto cara a cara habitual que se daba en los pasillos del Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica (Abreviado COLLHI). En ambos mundos quería traer recursos que usaba en el otro: extrañaba los <i>emoticonos </i>de Messenger cuando platicaba alrededor de una taza de café, igual que extrañaba el brillo de la intelección en los ojos de mis interlocutores durante las conversaciones frente a la computadora.<br />
Dentro de ese mundo maravilloso que se abría todas las noches en una computadora con acceso a internet, empezaron a configurarse los complejos mundos de las personas que se encontraban a mi alrededor, particularmente del grupo de amigos que teníamos un blog (Sin libro no Leo acaba de cumplir 9 años). Así conocí un universo que antes no habría podido concebir: cada persona se abría de una manera particular a través de lo que escribía y cada aspecto de su personalidad resultaba precioso y significativo: descubrí que había otros tipos raros como yo, que se esforzaban por matizar cada frase, por plantear retruécanos, por encontrar el adjetivo exacto. Pero fundamentalmente se configuró un perfil, el de Mariana.<br />
Mariana fue como la Ariadna que me dio la herramienta para salir del laberinto (o al menos, me dio la confianza de saber que podía encontrar una salida). Fue por ella que conocí algunas deliciosidades musicales como Jill Tracy y Tori Amos, y otras deliciosidades terrenales como los fortalecidos brazos del mesero-diseñador Rafa, lo que fue casi consecuencia natural de que los papás de Mariana fueran dueños de dos bares gay.<br />
La primera vez que besé a un chico fue en uno de sus recintos, también la primera vez que hice karaoke con un grupo de personas que no eran de mi familia, incluso llevé a mi primer novio a besuquearnos sobre las almohaditas que ponían en el piso, junto a mesitas chaparritas (este <a href="http://severlasalreves.blogspot.mx/2007/05/toda-madre.html" target="_blank">post </a>ilustra esa rutina). Pero la historia que se tejió con Mariana resultó muy significativa: su intelecto, su singularidad y su voz (con un buqué de Daria) la convirtieron en la criatura más peculiar que hubieran contemplado mis ojos. Me enamoré platónicamente. Y se lo confesé. Y durante algún tiempo, se produjo la magia de la reciprocidad, sólo que a ella tampoco le hacía ninguna ilusión meterse bajo las sábanas conmigo.<br />
Nuestro idilio se entretejió al margen de nuestras vidas habituales, en lindísmas conversaciones de Messenger, en donde ella iba abriendo puertas a las que yo prácticamente me abalanzaba. Eventualmente también nos hicimos inseparables en la escuela (queríamos hacer todas las tareas juntos y no despegarnos el uno del otro nunca). Era la persona que más gusto me daba ver en toda la Tierra, porque sabía que en cada convivencia salía renacido, fuerte y feliz. Sin embargo, esta magia duró acaso año y medio: de pasar casi todo el día conectados, no pasó mucho tiempo para que nos convirtiéramos en dos desconocidos, consecuencia de que yo decidiera regresar a vivir a casa de mis padres y de que ella dejara la escuela por encontrarla anodina. Abandoné este blog y muchos sueños por comprometerme con otros. No me arrepiento, porque en su lugar vinieron cosas geniales, pero siempre quedó la duda de qué hubiera pasado si...<br />
No sé qué sea de Mariana ahora, porque decidió irse a Canadá, pero estoy seguro de que configuró un mundo complejo, singular y agradable a su alrededor, porque era lo mejor que sabía hacer.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-2584130773334028322016-02-07T16:14:00.000-08:002016-02-07T16:14:17.444-08:00Uno de cada diez<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijes_wx4VZNuJTHHSNEYFo0Eld2vI5RGadZBK1JcMPPRD67rEqfzq0h-GOAG7QFMr5I2uqt3_uC3uXo3TEYmk7y5sybkaOf2HPGFUIMQsttaT3PxPWsKhuMplZaODi6cNkGNVzwM4yA2_G/s1600/Imagen+114.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijes_wx4VZNuJTHHSNEYFo0Eld2vI5RGadZBK1JcMPPRD67rEqfzq0h-GOAG7QFMr5I2uqt3_uC3uXo3TEYmk7y5sybkaOf2HPGFUIMQsttaT3PxPWsKhuMplZaODi6cNkGNVzwM4yA2_G/s400/Imagen+114.jpg" /></a>A los 20 años algo quedaba en mí de ese energúmeno hormonal en el que nos convertimos muchos adolescentes. Después de ingresar a la facultad de Filosofía y letras (al renunciar a la Física por error), algo en mi interior provocó que mis inseguridades florecieran y mi autoestima se tambaleara.<br />
En paralelo, el proceso de salir del clóset continuamente con mis compañeros de salón (y amigos) seguía representado un reto (lo es aún a veces). La taquicardia disminuía y me acostumbré a la sensación de que me lanzaba a un abismo ante sus posibles reacciones: de alguna manera cada persona con la que me sinceraba se convertía en algo como un aliado.<br />
Sólo un par de años antes había sido capaz de confesarle a un chico que me gustaba, y él agradeció mis palabras, pero declinó de una manera elegante, y luego se convirtió en uno de mis mejores amigos. Por un lado me sentía heroico por haber dado un paso así de grande, pero por otro no podía quedarme con una negativa: ahí es donde se sembraba mi mayor ansiedad (que a la distancia me parece comprensible pero sumamente visceral).<br />
Las estadísticas estaban en mi contra: <span style="color: #cc0000;">u</span><span style="color: #e69138;">n</span><span style="color: #f1c232;">o</span> <span style="color: #6aa84f;">d</span><span style="color: #45818e;">e</span> <span style="color: #45818e;">c</span><span style="color: #3d85c6;">a</span><span style="color: #674ea7;">d</span><span style="color: #a64d79;">a</span> <span style="color: #e69138;">d</span><span style="color: #38761d;">i</span><span style="color: #3d85c6;">e</span><span style="color: #a64d79;">z...</span> ¿y si ese uno estudia en otro lado? ¿Y si todos están en arte dramático o en educación física? ¿Y si ese uno conoce al otro y se enamoran? Aunado al error (que fue cada vez más evidente) de haber cambiado de carrera, me sentía también en la ciudad, el cuerpo y en el mundo equivocado. ¿Quién? ¿Habrá alguien? ¿Lograré gustarle? Eran las principales preguntas que ocupaban mis desvelos.<br />
Internet me ofreció una posibilidad preciosa: encontrarme con alguien con mi mismo interés (y urgencia, debo confesar). Y después de algunas citas terribles o lo que le sigue, finalmente hallé a un par de personas que abrieron un abanico de posibilidades ante mí y, de paso, ingresaron a mi vida para no salir de ella jamás.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-43172450618825464762016-01-31T03:00:00.000-08:002016-02-02T11:50:56.007-08:00Una cabellera pelirroja Acabo de recordarlo. A los 17 años casi recién cumplidos, cuando llegué por primera vez a Puebla para entrar a la universidad, <b>una cabellera pelirroja que se paseaba por la facultad de Físicomatemáticas me hechizó, pero en cuanto vi que sólo era la bella corona de una mujer totalmente espléndida, me pasmé</b>. Primero descubrí su sonrisa (también enmarcada por labios rojos que modulaban una risa agradable, suave y bonachona... lo contrario de la mía); después noté sus ojos amables; y finalmente oí su voz inteligente, sensual y valerosa, que salía de una garganta siempre enfundada en un lindo rebozo verde. Entonces, me planteé esa posibilidad:<b> tal vez pueda enamorarme de una chica... ¿eso sería bueno o malo?</b><br />
Intenté acercarme a ella de una forma "romántica" y hasta tuve cierto éxito porque me convertí en un amigo cercano de inmediato. Sin embargo, <b>mis compañeros varones estropearon un poco el encanto cuando señalaron (y ni siquiera de una manera grotesca) la voluptuosidad del cuerpo que contenía a ese portento</b>. Era cierto: aquél ser humano extraordinario estaba acompañado de un cuerpo extraordinario también... pero era un cuerpo femenino. Esa idea me incomodaba, y esa incomodidad me entristecía. Podía haber jurado que estaba enamorado de esa chica, pero en cuanto su desnudez potencial se revelaba en mis imaginaciones, todo se venía abajo y ya no resultaba encantador. ¿Por qué esa pelirroja no era sólo un estado latente, como en Ranma Saotome, y podía convertirla en un chico cuando quisiera? ¿Por qué no podía convertirme yo, si la <i>quería</i>? ¿Por qué el chico que entrenaba en una cancha cercana tenía que recordarme en cada gota de sudor que descendía por sus pectorales la verdad que quería evadir?<br />
Observaba al resto de las personas con cierto celo, sobre todo a las parejas felices que se formaban (y deshacían) con tanta presteza. En ese momento no sabía todo lo que vendría: <b>me dan tantas ganas de poder mandarle un mensaje a ese Leonardo entusiasmado y decirle: todo estará bien, pero debes ser muy paciente, nos van a pasar un montón de cosas más, la cabellera pelirroja será después una cabellera morena, pero de cabello corto</b> (y una de ellas le pertenecerá a una Mariana, de la que hablaremos después).Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-20430908185280490272016-01-24T22:08:00.000-08:002016-01-25T14:54:09.953-08:00Nudibranquias y el Diseño inteligenteCuando la gente se apoya en el Diseño inteligente para explicar la grandiosidad de la naturaleza, me parece equivalente a cuando de niños nos frustrábamos porque el carrito que empujábamos "no nos obedecía" o "hacía lo que quería": en ese momento no entendíamos que no había nada en el carrito que fuera su voluntad o la de nadie, pues este juguete actuaba con base en las reglas de la física (que tenían preponderancia sobre nuestros deseos o nuestra pericia infantil). De este modo, <b>encuentro en el mismo nivel de raciocinio pensar que hay una inteligencia suprema diseñando todo lo existente y las reglas con las que se organiza</b>*: no hay ninguna voluntad detrás de la grandiosidad natural: el comportamiento ordenado (y caótico) del universo se debe, simplemente, a un gran conjunto de reglas operando en el tanscurso de un tiempo larguísimo. Y opino que el deseo de la ciencia de ir descubriendo cada una de esas reglas es mucho menos perezoso que darle el crédito de todo a una conciencia superior.<br />
<b>Que el enunciado sea reiterado: el mundo es el resultado de una serie de azares</b>: la maravillosa combinatoria genética (con su poder de replicación y los errores que implica) y la extraordinaria evolución geológica del planeta (que opera con reglas explicables también) es lo que ha traído como resultado a los girasoles, al estreptococo y a las nudibranquias, después de procesos de selección que tomaron millones de años (una cantidad de tiempo que resulta casi imposible de concebir), durante los cuales se extinguieron la mayoría de los seres vivos que existieron alguna vez: así es, todos ellos fueron "descartados" por este mismo proceso generacional y preponderante, por no adecuarse a las exigencias de un planeta complejo y al mismo tiempo hostil y amigable**. De modo que, efectivamente, después de todo ese tiempo de depuración, los seres vivos resultantes son excepcionales y admirables (sólo quedaron aquellos que eran aptos para funcionar en el intricadísimo engranaje de la naturaleza)***.<br />
Sin embargo, la motivación de este artículo son precisamente las nudibranquias, estos <b>moluscos increíbles que tienen las formas más coloridas y singulares</b> que haya visto en cualquier organismo (y seguramente habrá muchas otras que los lectores han visto y que sería una delicia conocer). Échenles un ojo: yo creo que hasta Satoshi Tajiri (el creador de Pokemón) se quedaría corto para concebir criaturas tan alocadas como éstas. Insisto, no dejemos la responsabilidad a una inteligencia superior que planea las maravillas del mundo, eso es muy perezoso: <b>esforcémonos en comprender las reglas que llevaron al conjunto de átomos que forma el universo, a través de millones de intentos fallidos, a ordenarse para crear un ser extraordinario</b>.<br />
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<img height="179" src="https://lh3.googleusercontent.com/-33SwDUfh268/VXYqiXbsJvI/AAAAAAAACQ4/qooMO7CZHBI/w1366-h768/nudibranquias.jpg" width="320" /><br />
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<img src="http://data.whicdn.com/images/174440024/superthumb.jpg" height="266" width="320" /><br />
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PD. No se sienta nadie ofendido, sólo digo lo que me tomó muchos años entender y digerir.<br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;">*Algunos defensores del Diseño inteligente dicen que no es posible que el hombre piense que no hay algo más grande y poderoso que él mismo. Mi respuesta a eso siempre es la misma: nunca has visto a un rinoceronte, ¿verdad?</span><br />
<span style="font-size: x-small;">**Opino
que si hubiera una inteligencia que pone criaturas en un mundo, creado por ella
también, en el que morirán o padecerán, sería maquiavélica y no valdría
rendirle culto.</span><span style="font-size: x-small;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: x-small;">***He aquí un <a href="https://www.youtube.com/watch?v=mZt1Gn0R22Q" target="_blank">video</a> explicativo muy bonito que resume estas ideas de la no-voluntad y el poll genético que (por azar, insisto), resulta en organismos exitosos con el medio circundante.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-68255946574806220792016-01-08T18:59:00.001-08:002016-01-25T14:14:47.289-08:00Confesión <div dir="ltr">
No sé si les pase a muchas personas, pero a mí me cuesta mucho caminar por la calle o permanecer en el transporte público aparentando normalidad. Si voy solo, de pronto empiezo a platicar conmigo mismo, me desdoblo y me planteo ideas que voy negociando como si otro yo de veras me contestara, haciendo gestos y ademanes y hasta enfadándome si no llego a las conclusiones que espero. Lo malo es que no es intencional y cuando me doy cuenta, ya tengo la mirada alarmada o sorprendida de alguien sobre mí. <br />
Y es peor cuando voy con el Spotify. Yo no sé <b>cómo hacen los demás para contenerse si están escuchando Toxic de Britney o Closer de Nine inch nails</b>. En serio, ¿cómo evitan mover el cuerpo con esos beats? A mí me hierve la sangre si trato de permanecer impávido como momia. Entonces me resigno a que si alguien se me acerca es probable que me oiga decir "Don’t you know that you’re toxic" o "I wanna fuck you like an animal" con mi expresión más electrificante y sensual (supongo que resulta un poco más inquietante cuando voy enfundado en mi disfraz de Godínez). <br />
Y sería menos penoso si el resto de la gente se dejara llevar por ese impulso más de vez en cuando y me hiciera compañía. <b>En el fondo me imagino que esa será la seña precisa que me indicará que he encontrado al chico indicado: un copete negro se agitará al compás de Head over heels de Tears for fears recargado en la esquina de un vagón del metro. </b></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-80932801306448185872016-01-04T22:50:00.000-08:002016-01-05T16:31:28.863-08:002015: adiós a los veintes2015 habrá sido el último año completo en el que fui un veinteañero (algo dentro de mí se rompió un poquito al escribir esa línea). Aunque reconozcamos que el envejecimiento es un proceso natural, necesario e incluso depurativo, no deja de ser doloroso descubrirte arruguitas y ligeros achaques en donde había pura lozanía y vigor. Este proceso doloroso se acentúa en la comunidad homosexual a la que pertenezco, donde los valores de jovialidad y el culto al cuerpo pueden ser la diferencia entre la integración y la exclusión. En efecto, debo admitir que <b>los homosexuales podemos ejercer cuotas de discriminación bastante altas</b>, justo como aquellas contra las que "luchamos", a esto se le agrega el hecho de que generalmente no somos conscientes de que es un proceso que puede revertirse: la belleza es de oropel. Sin embargo, sé que no se trata de una conducta exclusiva de los gays: tanto homosexuales como heterosexuales solemos ser incluso indolentes cuando nos sentimos cortejados por alguien que no cubre nuestros estándares*. Sentimos que <b>si alguien cree que puede alcanzar nuestro corazón es porque sabe que está a nuestro nivel</b> -que le somos asequibles-, y si el tal nivel nos degrada, resulta como contemplarse en un espejo que nos deforma y afea.<br />
Al final, por suerte, <b>la compleja realidad se impone sobre los cánones </b>y vemos pasear por los parques parejas formadas por cualquier par de elementos: encontramos tanto relaciones entre personas tan disímiles que parecen imposibles; o bien, entre aquellas que son tan parecidas que no se sabe qué cosa podrían aportarse el uno al otro (y nos hacen pensar en un tipo de narcisismo).<br />
Así, he comprendido que, si bien la vista puede ser el primer detonante para un acercamiento entre personas, y que si bien no tenderemos nuestra cabellera a cualquiera que quiera trepar a nuestro balcón, <b>es necesario construir un mundo auténtico alrededor de una pareja para que pueda crecer una relación verdadera y humana entre sus integrantes</b>. De otro modo sólo se tiende entre ellos una ancla endeble, que terminará por vencerse hacia uno de los lados y se llevará un trozo de la otra persona (que con suerte, no será el corazón).<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">*Entiéndase que hablo de tipos, no de individuos. Tengo amigos maravillosos que pueden leer el interior de las personas y les significa mucho más.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-11447090212544006432015-02-04T22:49:00.000-08:002015-02-16T15:00:00.866-08:00Sentirse bien con uno mismo III - Hacer más¡Finalmente llegó la parte III!<br />
Ya sé, muchos ni se acordarán de que había partes I y II de este proyecto de cómo sentirse bien con uno mismo. ¿Y pues qué creen? Que la solución la encontré en YouTube. Después de muchos meses de planear y de andar indeciso, decidí que la mejor manera de sentirme bien conmigo mismo era emprender un proyecto original, algo que fuera realmente mío, pero, sobre todo, algo de lo que pudiera ver su repercusión inmediata (tal vez para poder congratularme, pero todo se vale para reconstruir el autoestima, ¿que no?).<br />
Así que inicié, entusiasmado, por el camino largo. Compré un dominio en internet y decidí empezar a estudiar html para poder construir mi propio sitio web. Claro, después de un mes de clases sólo aprendí a hacer un rectángulo, ponerle colores por aquí y por allá y a incrustar algunas otras figuras geométricas pintorescas. Con eso no podía hacer un sitio completo. Lo peor: había perdido un mes en la indecisión y gastado cierto entusiasmo.<br />
Por fortuna, en el ínter, anduve por aquí y por allá picando bibliografía para generar el contenido del que pensaba llenar el sitio web. Al final, aprendí mucho y esta parte sí fue productiva porque me ayudó a trazar un temario específico de asuntos a tratar y, sobre todo, a darle una orientación realista a mi proyecto.<br />
El día de hoy puedo anunciar orgulloso que <a href="https://www.youtube.com/channel/UCuGUqTo8mGEQ0Tg-vRFn8yA">Sin libro no Leo</a> ya es una realidad en YouTube y que me hace sentir muy dichoso que haya gente que encuentre el proyecto útil y que, incluso, haya un inversor que esté patrocinando campañas pagadas para su difusión. ¡Gracias, mil gracias! Como el tiempo me lo permita, iré publicando videos semanalmente (aunque pueden tener la seguridad de que publicaré algo cada miércoles, como mínimo). ¿De qué trata el canal? De algo a lo que me he dedicado muchos años: preparar estudiantes para presentar el examen de admisión de la universidad.<br />
<br />
Diríjanse al canal, vean los videos y si les gustan, compártanlos.<br />
<br />
<a href="http://severlasalreves.blogspot.mx/2014/03/sentirse-bien-con-uno-mismo-ii-el-camino.html">Aquí </a>pueden leer, si les apetece, la parte II de esta entrada.<br />
<br />
(Aplausos).<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-3698854090383261202014-09-21T18:08:00.002-07:002016-01-25T14:10:48.719-08:00Hoy no soyNo sé, uno nace donde se puede, con ese "se" utilizado con toda intención de impersonalidad. Cuando una madre va a dar a luz, por más escaneos sofisticados que haya hecho de los genes y el fenotipo de su criatura, la verdad es que siempre da a luz a un quién sabe quién, no da a luz a un "alguien" con intención, da a luz a un cuerpo y tal vez a un ideal, pero seguramente no a una persona; y del otro lado, lo mismo, ese que nace no tiene ninguna voluntad de encontrarse con el mundo, simplemente tiene que conformarse con esa confrontación porque no le queda de otra (lo que no descarta que pueda quedar enormemente satisfecho, desde luego, como los conejitos de Cortázar). Entonces uno es, de pronto, quién sabe en qué momento previo o posterior al parto (aunque Vigotsky nos propone algo más concreto).<br />
Yo decidí hacerme el enterado de mi ser del día de hoy, cuando un cúmulo de experiencias sincrónicas me han recordado que la esencia del "ser" está en el tiempo. Que no se puede ser sin transcurrir, sin proceso, que no se pude ser sin dejar de ser, que, al fin, uno nunca es porque nunca se puede ser una cosa acabada, porque en el transcurso de esta oración nuevas células habitaron mi cuerpo y otras murieron (y algunos mosquitos pusieron algo de su ponzoña en mí), porque la única constante es el cambio, porque el río no existe. Hoy no soy. Nunca seré.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-11452643099209090922014-05-04T20:23:00.002-07:002014-05-05T17:36:31.634-07:0028 el 27Aquí está, amables lectores, la lista de los regalos que me harían infinitamente feliz el 27 de mayo (yo que ustedes corría, porque sólo faltan 23 días). No son caprichos, son cosas indispensables y absolutamente necesarias para mi supervivencia*.<br />
<br />
<ul>
<li>Nike Kinect Training para Xbox 360 (no les vaya a pasar como al amigo de un amigo que compró el de Xbox One y... ¿alguien sabe si me podrán cambiar el juego? D=). </li>
<li>Cualquiera de los tomos de Historia de la Literatura de Valverde y Riquer (actualmente tengo que ir penosamente a leerlos a la biblioteca central que está a terribles 5 minutos de mi casa).</li>
<li>Este cuaderno: <a href="http://www.paperblanks.com/es/es/collections/1/filtered?collection_id=342">http://www.paperblanks.com/es/es/collections/1/filtered?collection_id=342</a> (si lo ven, se enamoran).</li>
<li>Este hoodie pa' sentirme fuertote haciendo ejercicio en la sala: <a href="http://www.andrewchristian.com/index.php/laurel-gym-hoodie.html">http://www.andrewchristian.com/index.php/laurel-gym-hoodie.html</a> o este otro: <a href="http://www.andrewchristian.com/index.php/2368-vinbl.html">http://www.andrewchristian.com/index.php/2368-vinbl.html</a> (en S).</li>
<li>Este chor para correr: <a href="http://www.internationaljock.com/sauvage-active-retro-ripstop-nylon-short-charcoal,23054.html">http://www.internationaljock.com/sauvage-active-retro-ripstop-nylon-short-charcoal,23054.html</a> (en M).</li>
<li>Estos audífonos: <a href="http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-444974869-audifonos-sony-mdr-xb400-ipod-iphone-ipad-azul-rosa-verde-_JM">http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-444974869-audifonos-sony-mdr-xb400-ipod-iphone-ipad-azul-rosa-verde-_JM</a>. </li>
<li>Un pizarrón como éste para hacerla de House: <a href="http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-447617083-pizarron-de-90-x122-economicos-para-plumon-de-tinta-fugaz-_JM">http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-447617083-pizarron-de-90-x122-economicos-para-plumon-de-tinta-fugaz-_JM</a>. </li>
<li>Una funda deportiva para brazo <a href="http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-445848042-armband-funda-deportiva-brazo-ipod-touch-iphone-5-4s-4-3gs-3-_JM">http://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-445848042-armband-funda-deportiva-brazo-ipod-touch-iphone-5-4s-4-3gs-3-_JM</a>.</li>
<li>Leer, comentar y divulgar tres entradas de este blog (a que no se la esperaban).</li>
</ul>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-49431107761013089842014-03-24T19:09:00.000-07:002016-01-25T14:07:49.754-08:00Sentirse bien con uno mismo II - El caminoDespués de un inicio poco afortunado, continúo con esta serie de entradas sobre <b>sentirse bien con uno mismo</b>. Descubrí que al final sí podía estar peor (la ley de Murphy hizo de las suyas, gracias), porque me faltaba un paso previo, es decir, saber <b>la definición de lo que es uno </b>o, al menos, una parte sustancial:<b> hacia dónde va y con qué objetivo</b>. Si hubiera sabido, mejor ni empezaba ninguna serie. Pero el daño está hecho. Así que, manos a la obra.<br />
Creo que la primera vez que tuve que poner en palabras mi <b>meta de vida</b> fue también la primera que tuve un formato de solicitud de empleo frente a mis ojos.<br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNs1Lwhl31585DSLV-WPmCw4Lg3KrhpjLk8_OKq-myVmfzpW002DqevTR32JNJRbX3FBRmDBAcISvUpDPSqrsmEWzWGp_eRPCkd6TMhCm1impC8-S85Dn8cega9yptpPp-fxhl13OlOZTl/s1600/Picture.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNs1Lwhl31585DSLV-WPmCw4Lg3KrhpjLk8_OKq-myVmfzpW002DqevTR32JNJRbX3FBRmDBAcISvUpDPSqrsmEWzWGp_eRPCkd6TMhCm1impC8-S85Dn8cega9yptpPp-fxhl13OlOZTl/s1600/Picture.png" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Esta imagen la tomé de Google y la persona que había <br />llenado el formato no escribió nada aquí, sabiamente.</span></div>
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<br /></div>
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Es una pregunta a quemarropa para la que no te preparan. Obviamente, esta primera vez pensé en el reclutador más que en mis sueños sinceros al momento de escribir, con mi mejor letra de molde, "Construir un hogar". Luego entregué la hoja y me desentendí del problema. Pero la semilla había quedado sembrada.</div>
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Años después, me preguntaba: ¿en qué estaba pensando con "hogar" a los 17 años? ¿Por qué entonces me parecía una meta razonable? Y es que siempre he dicho que es una insensatez dejarle escoger a un chico de 17 años el destino de un hombre de 27. Deberían de sancionar a los aplicadores de exámenes de aptitudes o a los consejeros vocacionales por creer en que <b>un manojo de hormonas e inseguridades puede trazar el destino de toda una vida</b>. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Sin embargo, al final no puede andar uno por ahí culpando a otros de lo que le pasa (bueno, sí puede, pero es cero cool). Y entonces uno debe tomar riendas en el asunto. Nuevamente, comencé mis búsqueda de información. </div>
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<br /></div>
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<span style="color: #3d85c6;"><b>La tendencia actualizante</b></span></div>
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Una teoría me parece buena en la medida en que es útil o resuelve problemas. En Carl Rogers encontré un concepto que me parece muy adecuado para usarlo como punto de partida: la <b>tendencia actualizante</b>, que él define como un <b>impulso natural hacia el perfeccionamiento</b> que conduce al desarrollo de habilidades de conservación y el mejoramiento del ser (ya sé que suena a fantasía, pero aguanten las carnes). Me parece útil en tanto que explica la motivación de los seres humanos para adquirir habilidades y aprender (trazarse un buen camino, en pocas palabras) y le quita la responsabilidad absoluta que parece tener la razón pura para elegir nuestro destino: <b>hay algo dentro de nosotros que nos mueve sin que nos enteremos</b> y, lo mejor, nos mueve hacia lo positivo (sí, ya sé, yo tampoco sé qué sea "lo positivo", pero se oye padre, ¿no?). Pero ¡cuidado! No sugiere esto tampoco un tipo de abandono o el clásico y terrible "todo está en uno mismo". Rogers también propone que esta tendencia puede ser, como la misma genética, favorecida o amainada por el medio. Lo que quiero explicar con todo esto es que uno no puede andar por ahí repartiendo culpas, pero tampoco puede <b>cargar con el peso de su circunstancia sobre los hombros como si fuera el único culpable</b>. Uno puede querer construir un hogar, pero estar en un entorno que no le haya permitido, como en mi caso, ni definir los pasos específicos que requería esa meta para realizarse (y lo peor, ni querer eso en el fondo de su corazón, pero aún así afirmarlo). </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Y éste es el punto principal al que quería llegar: lo que pasa es que <b>no nos han enseñado a plantearnos las preguntas adecuadas</b> para desmenuzar nuestros problemas o construir nuestros ideales. Creemos todavía que es válido llegar con alguien y preguntarle qué meta de vida tiene, como si ésta no fuera una construcción compleja y diacrónica. Así mismo con el camino: hay que partirlo en tramos. Y puede ser que sean tramos cortos y seguros, puede ser que sean largos y ambiciosos; en cualquiera de los dos casos, creo que<b> nunca se cumplirán tal como los hemos planeado</b>, porque sincronizar los tiempos de nuestra imaginación con los de nuestra vida sólo ocurre en las películas: nos moriremos o se abrirán nuevas puertas antes o después de haber caminado el último paso, se los aseguro.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
[Minutos después]</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
He escrito en mi libretita leonardesca (que puede apreciarse en la imagen) seis preguntas más sencillas, descompuestas en temporalidad y ambición, que no pretenden ser doctrina, pero que me hizo bien escribirlas:</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Qué me gustaría aprender este año y para qué?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Me gustaría cambiar el entorno en el que vivo? ¿De qué modo?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Cómo puedo mejorar mi trabajo?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Hay algún aspecto de mi personalidad que me incomode y que pueda corregir?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Qué buen ejemplo tengo disponible y cómo puedo sacarle provecho?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
• ¿Qué me gustaría poder recordar el 31 de diciembre del 2014?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr8-XHfElIQkEVwDHHXgK-0A0Z21r8VqGqa8Ll8gvsQ_UcgZwc8Mhs_DCN9kSUoRW7ZLRJwyEUfW2CPYYh8L2LwR5sul4hHS3_Ja3ZbRLDqBkoAN_r4dP9x4vFRNPV4Uv3bGtfphWIY7ad/s1600/IMG_20140324_155228_329.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr8-XHfElIQkEVwDHHXgK-0A0Z21r8VqGqa8Ll8gvsQ_UcgZwc8Mhs_DCN9kSUoRW7ZLRJwyEUfW2CPYYh8L2LwR5sul4hHS3_Ja3ZbRLDqBkoAN_r4dP9x4vFRNPV4Uv3bGtfphWIY7ad/s1600/IMG_20140324_155228_329.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">Libretita leonardesca (ya sé, mueran de envidia).</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Y ya sé que toda esta verborrea se pudo haber resumido en "el que mucho abarca, poco aprieta", pero ¿a poco no escribo re-bonito?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Lo que queda entonces es aprender a pensar menos (o menos complicado) y hacer más.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<b>Tarea para mañana:</b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Pensar menos y actuar más.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Da clic <a href="http://severlasalreves.blogspot.mx/2014/03/sentirse-bien-con-uno-mismo.html">aquí</a> para ver la entrada anterior.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-74239465303998090682014-03-23T22:33:00.003-07:002016-01-25T13:58:00.835-08:00Sentirse bien con uno mismo Estoy comenzando el día de hoy esta serie de publicaciones que ahuyentarán a muchos sólo por su título (y por saber que es una serie). Los demás se irán después de leer la siguiente oración: la verdad es que <b>no tengo idea de cómo uno puede sentirse bien consigo mismo</b>. Me planteo este proyecto como un camino de autodescubrimiento (esto alejará a los dos lectores que quedaban) y la verdad no tengo visos de a dónde me podrá llevar, sólo sé que no podría sentirme mucho peor que en este momento, así que cualquier avance necesariamente deberá ser hacia arriba (y no, no quiero escuchar en este momento la consabida Ley de Murphy, gracias).<br />
Tampoco es que me sobre el tiempo libre como para darme el lujo de estar escribiendo estas entradas o que quiera hacer perder el tiempo de mis lectores ventaneando mis asuntos personales (que ni lectores tengo, otra verdad). Pero me encuentro más o menos ante una emergencia psicológica y no quiero terminar saltando por una ventana (además, la de mi cuarto da a un pasillo). En estos meses, me he sentido sucesivamente defraudado en muchos niveles, empezando por mí mismo. Después de un escandalosamente bueno 2013, algo me bajó de mi nube y me puso a andar el camino de a de veras. Y los caminos de la vida, como dice la sapiensísima canción, "no son como yo pensaba, no son como imaginaba, no son como yo creíaaaa". También es un poquito culpa de la crisis previa a los treinta años (porque así es, aunque sé que parezco de muchos más, tengo 27). Como no le creo a los libros de superación personal, no comenzaré por ahí, sino por una búsqueda en internet (estoy decidiendo al tiempo que escribo estas líneas, después de que notar que en mi librero no había nada relacionado con el asunto).<br />
<br />
<div style="text-align: left;">
[Minutos después]</div>
Lo que hice fue teclear en Google las palabras "how to feel" y luego este buscador sugirió "good about yourself" (supongo que hasta las inteligencias artificiales pueden percibir mi estado lamentable). Y encontré una entrada de WikiHow con 27 pasos, que tenía fotografías de chicas enchinándose las pestañas y me recomendaba valorar las cualidades de mi rostro y la brillantez de mi cabello... Algunos minutos después de aprender cómo hacerme manicura, no me sentí mejor (ya sé, increíble). Así que busqué más opciones.<br />
<br />
<span style="text-align: center;">[Minutos después]</span><br />
<span style="text-align: center;">Encontré un texto titulado <i>emotional fitness</i> (sí, ya sé que debí descartarlo). Empecé a leerlo con optimismo: "<b>Mantente en movimiento</b>" (claro, es lo que estoy haciendo con esta serie de entradas, muy bien hecho, Leonardo). Pero luego me encontré con esto: "No dejes que los cambios en la vida te alejen de tu <b>camino</b>. [...] Gana más claridad permaneciendo en el curso (de tu vida) y canalizando tu energía en una <b>dirección </b>positiva". ¡Tremendo embrollo en el que me he metido! Resulta que para estar bien con uno mismo, una condición previa es saber qué camino sigues y cuál es la dirección a la que vas. Pero si precisamente eso fue lo que perdí. </span><br />
<span style="text-align: center;"><br /></span>
<span style="text-align: center;"><b>Tarea para mañana</b>: </span><br />
<span style="text-align: center;">Encontrar el <b>camino de tu vida</b> (o al menos encontrar cómo encontrarlo).</span><br />
<br />
Nos veremos en la siguiente entrega *se echa a llorar a la cama*<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01037831444131271783noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-87625743123592627152014-03-01T23:23:00.000-08:002014-03-21T09:02:17.195-07:00Mi amor por OmiNombrar el amor siempre ha sido complicado para mí. <i>Hacer el amor</i>, M<i>i amor</i>, T<i>e amo</i>, entre otras frases, salen poquísimas veces de mi boca hacia mi pareja. Hay algo dentro de mí que las encuentra insondables, irreales y desbordantes para casi todas las ocasiones.<br />
La historia de Omi en <i>Memorias de una máscara</i> me puso de nuevo frente a esta reflexión, sobre todo el fragmento siguiente:<br />
"En ese instante, nos miramos a los ojos. Fue realmente un instante. En su cara había desaparecido toda traza de burla y ahora estaba impresa una expresión extrañamente sincera. Había en su gesto vibrante algo intenso y puro, algo indefinible que no era ni hostilidad ni odio. Tal vez eran puras imaginaciones mías. [...] Pero lo que supe es que Omi se dio cuenta de que yo estaba enamorado de él y sólo de él. Se dio cuenta por mi mirada fugaz clavada en sus ojos y por el temblor, poderoso y súbito como un relámpago, que había recorrido los dedos de los dos."<br />
A lo largo de mi vida tal vez sólo me haya encontrado con un trío de Omis con los que haya podido compartir un efecto de reciprocidad amorosa. Asumo que en todos los otros no ha habido sincronía honesta: mientras yo experimentaba momentos de amor, ellos no y al revés. El amor recíproco es perfección, pero la perfección sólo puede durar instantes. Quisiéramos prolongar esa sensación hasta el fin del tiempo, pero creo que sólo nos engañamos. La verdad es que el momento de ardor sólo puede ser alcanzado, como lo describe Mishima, como un relámpago. Podemos incluso escuchar el trueno que le precede, pero éste es sólo su efecto: el momento ideal ha pasado ya y no volverá a repetirse.<br />
Aquí me asaltan afirmaciones que he escuchado, como que <i>el amor es una duración</i> o <i>el amor se cultiva</i> y me parece que me equivoco al asemejar al amor con el arrebato. Sin embargo, me convenzo pensando en que <b>lo</b> <b>intenso no puede ser durativo y que el amor no puede ser tenue</b>.<br />
Al final, tampoco quiero terminar escribiendo un desencantamiento sobre el amor. Como el relámpago, el amor enceguece, retumba, se expande, quema, destruye... en síntesis: se reitera, deja <b>secuelas</b>. Según lo que he dicho, no son amor éstas, aunque se le parecen en complacencia, pero sí son lo que llamamos <i>estar enamorado</i>.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-23948164326771613372014-02-20T20:54:00.000-08:002014-03-01T23:27:23.290-08:00Los nadadoresCon las lecturas de Eduardo Montagner y Yukio Mishima rondando mi cabeza, hoy en la alberca, mientras miraba con desdén a los que nadaban mejor que yo, pensé espontáneamente que aun si pudiera, no tomaría la decisión de ser heterosexual (ya sé que estoy usando mal la palabra decisión). No después de haber andado el camino amarillo, pues. Comparé la disyuntiva con una escena ficcionesca en la que me ofrecieran quitarme un brazo para darme uno nuevo, prometiéndome que tendría las mismas sensaciones táctiles pero ahora provocadas de modos diferentes, que tendría que tomar las cosas de otra forma y que debería reaprender a dirigir mis dedos para que hicieran las cosas que hacen. Aun cuando realmente fuera tan igual, la sola experiencia del reemplazo me abrumaría; sin embargo, también la sola experiencia del aprendizaje me entusiasmaría. No obstante, al final, como entenderá el amable lector, siempre se impone la costumbre: ¿y si después el brazo y yo no somos compatibles y ya no hay vuelta atrás? ¿Y si me canso del brazo con el que no puedo ser diestro? Exacto, haber andado el camino amarillo me haría extrañarlo: el brazo es sólo el conducto, pero al final uno quiere es lo que puede tomar con él, uno quiere la experiencia de la caricia, y la quiere nítida, completa, natural.<br />
En mi receso de ir de un lado al otro de la alberca, miré a un par de chicos que abordaban con soltura a una chica que había entrado recién: le preguntaban su nombre, de qué escuela venía, le coqueteaban amablemente y en complicidad. En la regadera, otros dos se contaban lo mucho que les sorprendía que Rubia de Fuego les hubiera dirigido la palabra. ¡Cómo me gusta!, decían. Cosas espontáneas, sencillas, esperables, pero que para mí están condicionadas a un ambiente específico y que siempre debo tamizar. Ataduras sociales que no existen realmente, pero que experimento: años de condicionamiento. ¿Extrañaría eso también siendo heterosexual? El secreto de ser diferente también tiene cierto encanto, debo admitir.<br />
Al final, sólo pude concluir que esos nadadores fluían mejor en el líquido clorado porque el agua no oponía resistencia a sus cuerpos: los dejaba pasar con fluidez. Yo, en cambio, era lento y me desgastaba después de un rato. Y ya sé, en ambos casos la culpa es del nadador: ellos lograban deslizarse sin temores porque su corazón no los había engendrado; en cambio, mis movimientos en el agua eran afectados y toscos porque estaban llenos de miedos, de reticencias, de dudas.<br />
Ahora mismo estoy en una encrucijada pintoresca de mi vida, que me hace pensar estas cosas mientras nado. "Ojalá nos encontremos en otra vida, ya que en ésta no pudo ser", como dice la canción de Mau.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-33160455440631593222013-09-19T18:41:00.001-07:002013-09-19T19:27:08.999-07:00El cuadrado<br />
<br />
Decir que un símbolo existe sólo en una disciplina es bastante contradictorio, por decir lo menos. Los símbolos son una convención, se deciden, no están dados. Los juegos que emplean símbolos de forma alternativa, tienen la finalidad de ver sus posibilidades. Los matemáticos también juegan un poco con este recurso cuando asignan una letra para representar un valor que no conocen, que incluso podría no existir.<br />
Lo que muestra mejor cuánto hemos dañado a nuestros estudiantes no es que no sepan repetir como borreguitos irreflexivos lo que sus maestros les impongan o que dadas las circunstancias A y B no lleguen a C; sino lo contrario: es, precisamente, que lean todos los problemas de una sola forma y que sigan los métodos al pie de la letra, es decir, que se olviden del pensamiento lateral, lo espontáneo, lo no ortodoxo, que es en realidad la única fuente de ideas vitales.<br />
(Este video habla un poco de este tema: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=zDZFcDGpL4U">http://www.youtube.com/watch?v=zDZFcDGpL4U</a>)<br />
Y, claro, se dirá: bueno, pero es que si no se asignan símbolos precisos para significar cosas específicas, nadie se entendería: las convenciones están hechas para que la gente pueda entenderse. Y estoy completamente de acuerdo con este punto. La generalización es una de las cualidades de la ciencia.<br />
Pero cuando uno hace ciencia, hace ciencia y cuando uno juega, juega.<br />
Sin embargo, tampoco hay que tomarse las cosas tan en serio en este aspecto. El método científico mismo es sólo una simulación, la mayoría de las innovaciones reales se han dado por equivocación, y basta leer a Fayerabend para enterarse.<br />
O tal vez también se dirá: bueno, ve y cambia los preceptos en los que se basa la lógica y el álgebra o la ciencia misma, ve y enseña a los niños a que no sigan ninguna regla. Desde luego que la cosa tampoco va por ahí. Es una cuestión de buscar el equilibro entre lo posible y lo que está dado, entre la ciencia y su motor: la ruptura, el cambio, la transformación. <br />
En pocas palabras, estoy sorprendido de que no pueda aceptarse una posibilidad tan simple como que un cruce de una línea vertical con una horizontal no pueda significar otra cosa más que "conjunción" o "disyunción" y, aún más, que se obligue a tomar esto como una verdad absoluta e indiscutible. Tal vez por eso me daba miedo mi profe de mate.<br />
Nota: Un test psicométrico que utilice símbolos como <span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">♣</span><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">☼</span><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">☻ </span>para significar números u operaciones <span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">seguramente también se verá como una aberración, supongo (y no, no estoy a favor de estos test). </span><br />
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">¿Volví a reprobar? (no se tome personal, es un asunto dialógico esto nomás).</span><br />
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: Helvetica; font-size: 13px; line-height: 19px;">Esto, por cierto, me recordó el capítulo de Alice in Wonderland en el que Humpty Dumpty pone en aprietos a la protagonista al plantearle la posibilidad de que las palabras signifiquen lo que uno quiera. Está divertido y puede leerse aquí.</span><a href="http://www.alice-in-wonderland.net/books/2chpt6.html">http://www.alice-in-wonderland.net/books/2chpt6.html</a>Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-10542330096862834582013-07-14T19:59:00.000-07:002013-07-14T19:59:01.254-07:00Gilgamesh, sexo y consciencia<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que todo comenzó con una
caricia. En el bosque, la mujer tomó a Enkidú y lo convirtió en un ser humano a
través del tacto sutil y de los besos, que lo trastornaron; pero no hacia la animalidad,
como suele pensarse, sino hacia la cordura. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El sexo, por más animal y
primitivo que pueda parecer, en realidad despierta estados de consciencia que
no están disponibles para el resto de las operaciones del mundo cotidiano. Cuando
se hace apasionadamente, es decir, cuando engañosamente está más cercano a lo irracional,
es en realidad cuando se convierte en uno de los actos más abstractos y
complejos: la consciencia de nuestro cuerpo como un ramillete de posibilidades
sensuales (de pronto notamos que poseemos una piel y que nos cubre por
completo) y la consciencia de ese otro cuerpo en el que deseamos sumergirnos;
situaciones que tienen como resultado un desapego, un dejar de ser yo para
empezar a ser el otro, un dejar de existir en uno mismo para existir en el
otro. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El sexo podría ser el oxímoron que reúne la consciencia completa y la
completa inconsciencia. <o:p></o:p></div>
Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-67414128763635098472013-01-02T19:58:00.000-08:002013-01-02T19:58:00.580-08:00Niño y sendero (parte II)Recolectar a los niños fue una labor mucho más triste de lo previsto. Mientras observábamos las hordas que descansaban alrededor de una fogata, fuimos testigos de mimos y delicadezas que la antropología no había previsto. Una vez que les quitábamos a una criatura, en la mirada de cada madre cavernícola aparecía una nube melancólica que no se borraba hasta mucho tiempo después, incluso hasta la muerte (su esperanza de vida era realmente corta, de modo que a pesar del poco tiempo que permanecimos, presenciamos muchos decesos y rituales funerarios en los que se entonaban cantos que debían ser el ancestro del habla).<br />
Mientras los infantes crecían y eran educados en la cápsula del tiempo, como eventualmente nombramos a nuestro hogar, llegó el momento de integrar adultos jóvenes, quienes serían adiestrados en la administración del refugio. Confiábamos en que el instinto los guiaría en la crianza de los niños, quienes mostrarían un refinamiento superior que, sin embargo, tomamos como natural por la diferencia generacional. Si lográbamos hacer creer a los adultos que los niños aprendían de ellos, eventualmente consolidaríamos relaciones afectivas dependientes como las que se manifiestan en cualquier familia.<br />
Mientras para los niños lo natural era permanecer dentro de las instalaciones de la cápsula, que formaban un ambiente metálico y sólido, en el cual se notaban incluso felices; para los adultos, la renuncia al exterior y sus encantos les provocó depresión, la cual derivó en un par de postramientos y un intento de suicidio. Esperamos entonces que en los niños se diera el efecto inverso: cuando tuviéramos que tomarlos para llevarlos a conocer el exterior, algo así como cuando los llevábamos de excursión a las únicas tres reservas de la biosfera para que vieran un árbol del otro lado del cristal, su mundo se potenciaría y encontrarían una especie de realización temprana mediante este acercamiento.<br />
En la mente infantil, maleable y dispuesta a la recepción, la revelación de su origen no tuvo los efectos dramáticos que algunas veces temimos. Haber consolidado una relación previa con los habitantes del refugio y con los miembros extraídos de su propio tiempo servía como un campo protector.<br />
Era necesario prevenir el contacto directo con sus ancestros hasta que, ya maduros y numerosos, fueran capaces de ir atrayendo a los grupos a este entorno civilizado, de modo que pudieran formar la primera ciudad (anterior a Jericó), con unos avances dignos de los relatos de ficción que se leyeron desde el siglo XIX.<br />
Desde luego, esto no ocurrió así.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-27865386944008098452013-01-01T21:18:00.001-08:002013-01-01T22:03:08.421-08:00Niño y sendero (parte I)Con la máquina del tiempo, volvimos al 30,000 a. C. Una parte de mí esperaba que todo fuera tan simple como en el cine: que diera lo mismo esconderse tras un árbol o bajo la mesa para no crear realidades alternas; pero en un espacio temporal tan grande, con un número interminable de sucesivas generaciones, incluso el hecho de respirar tenía consecuencias dramáticas. Eludimos ciertas complicaciones filosóficas y físicas en la misión: estábamos trayendo desde el futuro una cantidad de materia (y, por tanto, energía) adicional a la existente: la de nuestros cuerpos, la de la nave e incluso la del aire dentro de ella; de modo que la suma de la materia y la energía total del universo, por primera vez desde su creación hacía billones de años, estaba siendo alterada. Honestamente, el hecho de que esto no produjera una paradoja destructora del cosmos fue tranquilizador pero decepcionante al mismo tiempo. Siempre había querido presenciar un cataclismo, porque lo consideraba la única forma conveniente de morir.
<br />
Por otro lado, el hecho de que nuestra sola presencia modificara el mundo como lo recordábamos estaba previsto desde el inicio del viaje. Nos introdujimos a la nave sabiendo que jamás recuperaríamos nuestro presente como era, que debíamos volver a forjarlo (por la fecha en la que nos encontrábamos, debíamos incluso fundar la primera ciudad); de modo que nos habíamos despedido definitivamente de parejas, familiares, amigos, vecinos y conocidos, lo cual fue sumamente doloroso. Para el mundo que se quedó tras nosotros fue como si algún evento hubiera borrado nuestros cuerpos (y sabíamos que, tristemente, los que se quedaban albergarían, como mecanismo de defensa, la posibilidad de encontrarnos alguna vez). Para nosotros, fue como si ellos hubieran formado parte de una ficción o un sueño y sólo podríamos acceder a su recuerdo en ensoñaciones o fantasías.<br />
Sin embargo, a pesar de la terrible renuncia a nuestro porvenir, ésta no constituyó el mayor reto, pues lo más complejo fue hacer entender a los patrocinios y gobiernos que jamás podríamos ofrecerles una prueba del éxito o fracaso de la misión, salvo las ecuaciones, planos, gráficas, tablas y una ingente cantidad de teoría escrita que la sustentaba. Por eso las negociaciones tomaron tanto tiempo y fue necesario retrasar la salida en varias ocasiones. Durante ese tiempo de espera, soñé muchas veces que un niño me guiaba por un sendero con árboles (que sólo conocía por fotogramas) por el que, eventualmente, llegábamos a un lago. Yo intentaba nadar en él, súbita e irracionalmente (en nuestro tiempo, las cantidades de agua eran ínfimas como para que alguna vez yo hubiera podido practicar el nado), hasta que mi muerte era inminente y yo despertaba sobresaltado y sudoroso al lado de mi esposa.<br />
Una vez instalados, comenzamos con la primera fase del proyecto. Buscaríamos grupos de nómadas a los cuales sustraeríamos los niños menores de un año. Iríamos concentrándolos en una reserva que habríamos construido para el primer mes de estancia en el lugar. Convertiríamos a esos niños niños en seres humanos complejos y educados, conscientes de sí mismos y con una moral elevada. Pero, sobre todo, los haríamos entrar en contacto con avances que no habrían de llegar sino hasta el siglo XX, con el objetivo de darle una oportunidad mayor de desarrollo a una civilización que se extinguiría en el siglo XXVI a causa de la actividad solar. Porque, a pesar de nuestro avance, no éramos capaces de controlar a gran escala la radiación mortal emitida por nuestra estrella y sólo un reducido grupo de seres humanos estaba siendo guarecido, lo que, en un plazo de un par de siglos, reducía las esperanzas de supervivencia de los seres humanos a cero.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-3072218498537186342012-12-29T22:49:00.000-08:002014-02-22T08:13:25.617-08:00Campo en papelEl campo de concentración adonde nos llevaron como presos políticos, había sido construido en un terreno sobre el que existió una industria minera, en medio del desierto de Atacama. Ocupábamos las casas en donde vivieron los mineros que extraían salitre durante mediados del siglo XX: sus hogares eran ahora una prisión que estaba cercada por una malla con púas; sin embargo, aquellas habitaciones, desde que las ocupaban ellos, eran tan semejantes a cárceles que realmente no podíamos creer que alguien hubiera sido feliz viviendo en aquel lugar, y supimos que las púas no hacían mucha diferencia.
Debo admitir que, en realidad, dedicábamos poco tiempo a pensar en la miseria ajena o en la propia y que muchas de las reflexiones me vinieron después de la libertad: comíamos poco y trabajábamos más allá de nuestras fuerzas como para ser capaces de mantenernos despiertos al término de la jornada, y mientras realizábamos las monótonas labores, preferíamos renunciar a nuestro intelecto. El polvo del entorno se iba acumulando por capas en nuestra piel, de modo que se nos formaba una epidermis grisácea que nos hacía lucir semejantes a los osos. Con el paso del tiempo, el trato rudo y la renuncia a cualquier forma de cariño, poco a poco empecé a experimentar la sensación de habitar de veras el cuerpo de un oso: respirando ruidosamente, incapaz de cualquier delicadeza en los movimientos, limitado a la emisión de gruñidos para comunicarme.
Para escapar de todo esto y, honestamente, como una forma de alimentar mi esperanza, me dediqué a memorizar las dimensiones de todas las habitaciones y cuartos para poder hablar de lo que había en el campo, si alguna vez salía libre de él. Empezaba en una esquina y, fingiendo dar un paseo desinteresado, daba pasos exactamente iguales de una pared a otra, los cuales recordaba y contabilizaba durante las noches, en pedazos de papel que había conservado secretamente. Como había redadas nocturnas, era necesario que los destruyera antes de que llegara una inspección, por lo que los rompía en suficientes trozos como para que lo que estaba registrado en ellos quedara ininteligible y, al día siguiente, antes de que alguien fuera a las letrinas, arrojaba los trozos a la inmundicia para que no pudieran hallarlos. Sin embargo, el ejercicio de reproducir en papel cada sección del terreno era suficiente para poder guardar un registro de lo que había visto suficientemente sólido como para que durara hasta que finalmente salimos libres. Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-86052500231884699832012-12-26T23:10:00.001-08:002012-12-27T15:12:10.067-08:00WallflowerA mi amigo Toño le gustaba The horror picture show. Me prestó un videocaset con la película y la puse alguna vez en casa, pero la quité de inmediato porque me pareció innecesariamente escandalosa y procaz. Le dije que me había gustado. Algunos años después, cuando me enteré de que Toño había muerto, la retomé en la soledad de mi cuarto, para saber lo que sería mirar a través de sus ojos y tal vez traerlo un poco junto a mí. Me sacó muchas sonrisas y me pareció que, efectivamente, había algo de su mirada extraña del mundo y que probablemente me dejaba en ella un mensaje oculto (nos encanta llenar de misticismo las ausencias).<br />
Lo último que me dejó mi amigo fue una nota, un breve poema en el que hablaba del desencanto del mundo en el que no alcancé a leer una llamada de auxilio, sino sólo una asombrosa colección de observaciones terribles acerca de la naturaleza humana. No lo ayudé. Fue a buscarme a casa de mis padres pero nunca me encontró.<br />
Mucho tiempo después, con un poco con remordimiento, todavía le escribía pequeños mensajes en la computadora, como si fuera a verlo para dárselos (nos gustaba mostrarnos lo último que habíamos escrito porque sabíamos que el otro entendería y sería buen juez). Se convirtió en algo así como el destinatario de mi diario (los muertos ofrecen una comprensión absoluta y profunda de lo que uno escribe).<br />
Hay películas que se vuelven una auténtica cadena de provocaciones. Se me ocurre que como las agujas que usan en la acupuntura para detonar ciertas funciones corporales. En The perks of being a wallflower te encontré a ti, The horror picture show también estaba ahí, con toda su procacidad. Lo tomaré, porque es mi decisión, como un mensaje tuyo, amigo.
Me haces falta.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-89914458667490057142012-11-22T10:09:00.002-08:002012-11-22T10:09:16.662-08:00Iglú No se complacía de saberlo, menos de hacerlo saber a los demás, pero realmente se entusiasmaba con esas historias contadas en primera persona de chicos pusilánimes y ordinarios que eventualmente se convertían en el centro de atención. Y no le complacía por una razón: en estos días uno no debe admitir que desea, sino que obtiene. La espera es para los desavenidos, para los ignotos: lo peor que te puede pasar en el siglo XXI es dejarlo transcurrir sigilosamente.
Y esto era precisamente lo que le estaba ocurriendo: había construido a su alrededor un iglú: un sitio del que no podía salir ninguna calidez o fantasía: una solitaria, fría e inescrutable masa de hielo sobre más hielo aburrido y extenso como una planicie, mientras la vida retozaba en las praderas, en los bosques y en las playas.
Nadie, más que su madre y su perro, habían visitado su cuarto, sin embargo, atesoraba pudoroso las fotografías, revistas, libros y chucherías que le recordaban su destino latente, pero inalcanzable. Los miraba en secreto, con ojos resplandecientes. Sin embargo, cada vez que se descubría a sí mismo un día, una hora o una semana más viejo, se iba a meter bajo el cúmulo de pesares que había ido apilando sobre el cobertor de su cama, sintiendo que la vida de veras se le iba de las manos, como auténtico moribundo. Y así, en ese letargo, pronunciaba lánguidamente sus últimas palabras y se desvanecía entre las sábanas.
Al día siguiente, despertaba con una sensación de resaca por haber consumido varias botellas. Cuando bajaba a desayunar, sentía la mirada escrutadora de su madre que lo veía como si realmente fuera un alcohólico empedernido. Y luego él mismo, frente al espejo en la sala, analizaba su rostro de alcohólico: amarillento por un mal hepático que se estaría gestando en su interior; y observaba sus gestos de alcohólico: desgarbados, incomprensibles; y contemplaba sus ademanes de alcohólico: lánguidos, accidentales, perturbadores; y escuchaba sus palabras de alcohólico: imbéciles, inoportunas, ridículas; y sentía el calor de su respiración alcohólica: nebulosa, nauseabunda. Tenía que salir de inmediato porque empezaba a sentir que en su interior se gestaba la ira ciega de los alcohólicos, que son capaces de golpear a su propia madre.
Hipando de vez en cuando por los pasillos de la escuela, evitaba el contacto con quien pudiera notar su ignominioso estado. Entraba al baño y se daba cuenta de que su cara se había escondido detrás de su cabello, como aquellos chicos frágiles que todos odian. Después de observarse largo rato, concluía que él mismo era la síntesis perfecta de los engendros detestables que había producido la peste del mundo moderno. Entonces abría el frasco, agarraba un par de tabletas y las introducía en su boca, luego otro par, luego el resto.
No pasaba un par de minutos y empezaba a imaginar lo vergonzoso que sería que el resto de su clase viera su cuerpo muerto, al fin vencido, y que toda su vida lo recordaran como el chico que murió en los baños de la escuela. Y entonces se metía nerviosamente los dedos en la boca, esperando vomitar. Y se miraba en el espejo, con el índice y el anular introducidos y comenzaba a sudar y a preocuparse porque su estómago no reaccionaba a la intrusión.
Entonces entraba desesperado en el recuadro del excusado. Miraba alrededor cada vez que escuchaba un ruido: si salía vivo, debía hacerlo decorosamente. Ni siquiera sentía asco, tras varios intentos.
Veinte o treinta minutos después, caminaba resignado y tambaleante hacia la puerta. Una sensación gélida que recorría su cuerpo iba deteniendo sus extremidades: sus pasos se hacían lentos, empezaba a titiritar, podía ver el vaho de su respiración.
A unos pasos del umbral, sabía que era mejor ya no caminar hacia la puerta, sino hacia su iglú, donde se acomodaba en su fría cama de hielo y dormía plácidamente. Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-23866363857544287132012-02-15T17:32:00.000-08:002012-02-15T18:33:36.855-08:00Un hombre es todos los hombresLa sofisticación de la naturaleza siempre ha llevado a pensar que detrás de los objetos del mundo existe una conciencia regulatoria que le dio a cada uno su razón de ser. Es casi inevitable que si alguien analiza la longitud de una hoja, la textura de la piel de un reptil o la regeneración del oxígeno, no encuentre un indicio de inteligencia, de un plan absoluto y, desde luego, divino.<br />Cuando he dicho que leer a Borges me parece como revisar el cuaderno de notas de un dios, en lo que pienso es, precisamente, en esta conciencia regulatoria y meticulosa que está detrás de la misteriosa exactitud del mundo, probando sus consecuencias y sus debilidades, sus capacidades y sus faces. <br />Y el encanto de su terrible poder está, precisamente, en que aquello que leemos se encuentra en una etapa preparatoria, de ensayo, de posibilidad. Leo en Borges potencialidades, insinuaciones, indicios. Es el joven dios que nos fuerza a ser los testigos del entramado que dictará en su madurez.<br />Un ejemplo concreto lo constituye <span style="font-style:italic;">Tlön, Uqbar, Orbis Tertius</span>. Nuestro autor juega en este cuento (uno de los más largos que escribió) con la idea de un mundo, descrito en las páginas del tomo de una enciclopedia apócrifa, en el que el idealismo berkeliano es congénito, y las consecuencias singulares que este hecho traería para la concepción de la realidad de sus pobladores, lo cual, dicho sea de paso, se hace desde la ironía (recurso que puede verse en cuentos semejantes como <span style="font-style:italic;">La Biblioteca de Babel</span>). <br /><blockquote>"La percepción de una humareda en el horizonte y después del campo incendiado y después del cigarro a medio apagar que produjo la quemazón es considerada un ejemplo de asociación de ideas." </blockquote><br />Cuando leí este cuento por primera vez (hace por lo menos tres años) no conocía a Berkeley ni a Hume (ahora sé que sus nombres pertenecieron a personas de carne). En ese momento esta ignorancia me permitió enfocar mi atención hacia otro aspecto del cuento: su capacidad de preveer los argumentos e implicaciones que pueden derivarse de su tesis (de los cuales a veces suele burlarse también), como -de nuevo como un dios- si se tratara de trazar, de forma irremisible, el camino que seguirían sus creaciones. <br />La corporeidad de un mundo con tantas previsiones intelectuales, permite que la verosimilitud (que, paradójicamente, él mismo se encarga de destruir a partir de sus ironías) halle sus cimientos en ese lugar ideal que se construye frente a nosotros, con una congruencia casi tan tremenda como insólita. Una vez que ha aniquilado nuestra esperanza de encontrar rasgos del mundo real, es decir, una vez que nos ha anunciado que va a tomarnos el pelo, construye frente a nosotros un monumento solidificado por una congruencia interna que él mismo pone a prueba a través de la confrontación de tesis entre los personajes o situaciones. Sirva de ejemplo, la historia de las monedas y las conjeturas que distintos grupos obtuvieron de ella: <br /><blockquote>"Los defensores del sentido común se limitaron, al principio, a negar la veracidad de la anécdota. Repitieron que era una falacia verbal, basada en el empleo temerario de dos voces neológicas, no autorizadas por el uso y ajenas a todo pensamiento severo: los verbos <span style="font-style:italic;">encontrar</span> y <span style="font-style:italic;">perder</span>, que comportan una petición de principio, porque presuponen la identidad de las nueve primeras monedas y de las últimas. Recordaron que todo sustantivo (hombre, moneda, jueves, miércoles, lluvia) sólo tiene un valor metafórico. Denunciaron la pérfida circunstancia algo herrumbradas por la lluvia del miércoles, que presupone lo que se trata de demostrar: la persistencia de las cuatro monedas, entre el jueves y el martes. Explicaron que una cosa es igualdad y otra identidad y formularon una especie de <span style="font-style:italic;">reductio ad absurdum</span>, o sea el caso hipotético de nueve hombres que en nueve sucesivas noches padecen un vivo dolor. ¿No sería ridículo -interrogaron- pretender que ese dolor es el mismo?"</blockquote><br />Curiosamente, el procedimiento empleado por el autor para consolidad este mundo paródico es, en contraste con el idealismo, un continuo flujo de sustantivos, que terminan por dar sustancia a una obra maestra (en varios sentidos).Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019600096916320750.post-78525292237297615842011-05-06T14:36:00.000-07:002011-05-06T15:04:05.917-07:00La poesía construye al hombre...La poesía construye al hombre<br />mientras los escribas transcriben versos<br />buscando signos entre líneas,<br />en el entramado de la literatura,<br />las palabras construyen al hombre<br />¡y a la luz de una vela serpentean<br />los ojos anhelantes!<br />Sólo es terrible el silencio cuando vive <br />construido por la poesía.Leo Ávilahttp://www.blogger.com/profile/15466980024032670249noreply@blogger.com0